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El “Señor del Tabaco” reconoció que no paga un impuesto clave

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Se trata de Pablo Otero, dueño de Tabacalera Sarandí, quien se hizo millonario en pocos años, al contar con una gran ventaja impositiva, y alcanzar en base a ella cerca del 40% de mercado de cigarrillos.

En una solicitada publicada en El Cronista durante este día, el «Señor del Tabaco», reconoció que no paga un impuesto clave con su compañía, lo que le permitió vender más barato y crecer en el mercado de los cigarrillos.

«El no pago del impuesto mínimo se sustenta en las sentencias dictadas por el Poder Judicial, que lo han declarado inconstitucional», dice uno de los párrafos, en los que además señala a la prensa por omitir información.

Mientras tanto, el resto de las tabacaleras que compiten contra Sarandí denuncian competencia desleal, entendiendo que la mayor parte del precio de los cigarrillos corresponde a impuestos.

«La distorsión de precios es tal que Tabacalera Sarandí declara ante AFIP y tributa por sus productos a precio muy bajo: Red Point $ 625, Master $ 568, Kiel $ 525; mientras sus productos se comercializan alrededor de $ 1.000 a $ 1.200 en los kioscos. Es decir, un 50% del precio de venta al público, entre $ 600 y $ 700 por atado, los ganan de manera informal y por fuera de la Ley», sostuvo ante Clarín una fuente que cuestiona duramente al «Señor del Tabaco».

El Gobierno de Javier Milei había incluido varios artículos en el nuevo proyecto de la Ley Bases, que le iba a quitar estos privilegios, pero los mismos fueron retirados estrepitosamente de la misma.

Por ahora se conoce que un informe de la consultora Abeceb, resalta una «pérdida de recaudación acumulada de US$ 5.823 millones, entre los años 2018 y 2023».

El argumento de Otero es que el impuesto mínimo afecta a las pymes en su competencia contra las grandes tabacaleras. Y él se ubica en rol de empresario pyme, pese al volumen de mercado que maneja.

Según datos de la Unidad Antilavado (UIF) publicado por La Nación, Otero, pasó de un patrimonio 630.000 dólares en 2013 a otro de casi 10 millones (de la misma moneda) en sólo tres años.

El dato ya está en manos de la Justicia Federal. Para la UIF ese incremento exponencial de su patrimonio proviene justamente de la evasión impositiva.

Fuente: Clarín


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