Críticas al Presupuesto 2025: Un plan optimista que podría ser inviable
El Presupuesto 2025 presentado por el presidente Javier Milei ha generado preocupación y críticas entre analistas y sectores políticos, que ven en este ambicioso plan de déficit cero y equilibrio fiscal una apuesta riesgosa y alejada de la realidad económica del país. Si bien el Gobierno proyecta un superávit financiero y un crecimiento del PIB del 5%, muchos consideran que estas metas son extremadamente optimistas y difícilmente alcanzables en el contexto actual.
Uno de los puntos más controvertidos es la estimación de una inflación del 18,3% para 2025, un número que contrasta fuertemente con la inflación actual, que ya acumula un 94,8% en los primeros ocho meses de 2024. Incluso organismos internacionales y analistas del mercado proyectan una desaceleración mucho más lenta de la inflación. Además, la expectativa de que el índice inflacionario caiga a un solo dígito para 2027 parece poco realista, considerando la incapacidad del gobierno para controlar los precios en años anteriores.
El ajuste de 60 mil millones de dólares exigido a los gobernadores es otro aspecto que ha generado malestar en las provincias, que ven este pedido como un golpe que afectará a sectores clave como salud, educación y obras públicas. El proyecto de presupuesto no detalla con precisión cómo se implementarán estos recortes sin profundizar la crisis social que ya afecta a gran parte del país.
Asimismo, las proyecciones sobre el tipo de cambio, que establecen un dólar oficial de $1.207 para diciembre de 2025, son vistas como una apuesta arriesgada, ya que no queda claro cómo se evitará una devaluación mayor que afecte tanto a los salarios como al costo de vida.
En términos de política de endeudamiento, aunque el gobierno se comprometió a no recurrir al financiamiento mediante emisión monetaria ni deuda, muchos dudan de que el superávit previsto sea suficiente para cubrir las obligaciones sin recurrir a estas herramientas.
En resumen, el Presupuesto 2025 se presenta como un plan lleno de promesas, pero con pocas certezas. Las medidas proyectadas por el gobierno podrían resultar insuficientes frente a una economía en crisis, y los ajustes propuestos podrían aumentar la conflictividad social y profundizar los problemas estructurales del país.

