Jimena Barón, generó nuevamente polémica y un repudio generalizado tras empapelar la ciudad de Buenos Aires con una imagen suya y un número telefónico que emula a los mal llamados “servicios sexuales”.
Cuestionada en otras oportunidades por mostrarse siempre desnuda ante su hijo “Momo” en las redes sociales, Barón está vez tocó fondo al hacer uso del marketing en un país abolicionista, que no contempla a la prostitución como trabajo, usando una imagen que muchas veces encubre a las redes de trata.
Barón insistió con su postura sobre avalar la prostitución como trabajo y no dudó en redoblar la apuesta de fotografiarse con Georgina Orellano, trabajadora sexual y secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (AMMAR).
