Desde el PO exigen que la jefa de policía rinda cuentas sobre el femicidio de Liliana Flores ocurrido con consigna policial esta madrugada.
Flores tenía 25 años y era madre de tres niños.
Según la versión policial, la mujer acudió de madrugada a la comisaría de Cerrillos para denunciar que su ex pareja la agredió en una discusión por la cuota alimentaria y que la joven volvió a casa con una consigna policial. El agresor ingresó a la vivienda por el fondo y le disparó.
Las vecinas de la víctima dudan de esta versión, ya que se escucharon gritos y pedidos de auxilio a la mañana temprano y no a la madrugada como dice la policía, y cuestionan la veracidad de la consigna policial y de su falta de actuación.
También señalan que hoy en día los especialistas, en base a la experiencia, consideran que la consigna policial no es una solución si no tomar acciones urgentes contra el violento, si encima el agresor es también policía, se corre el riesgo de encubrimiento.
Resaltaron de igual modo que la comisario Norma Morales tiene sus antecedentes de estar a cargo de recursos humanos de la policía, y es por esa área por la cual pasan las denuncias de las esposas y ex parejas de policías que denuncian violencia familiar y desde allí se decide si pasa a asuntos internos o tratamiento psicológico y con una evaluación se determinan si sigue portando el arma. Según el comisario de Cerrillos, si portaba arma reglamentaria.
De ese modo recordaron que así actuaron con el caso de Claudia Sierralta, quien fue asesinada por su ex pareja comisario, mientras la denuncia seguía dando vueltas en recursos humanos, el dictamen para que se le retire el arma reglamentaria salió al día después de ocurrido el crimen. De este modo, desde el PO denunciaron que no es negligencia sino “encubrimiento”, lo que ocurrió en este y otros casos.
