Las elecciones han sepultado al gobierno macrista. Por su magnitud, la derrota se ha transformado en irreversible y mostró el fracaso de toda la política dictada por el FMI.
Las declaraciones de Alberto Fernández ante la corrida contra la moneda nacional van en sintonía con sus pedidos previos favorables a una devaluación. En vez de denunciar el golpe de mercado, Fernández señaló que los mercados respondieron así porque “fueron estafados”.
Mientras el pueblo asiste azorado a un desangre del país por parte de un grupo de parásitos capitalistas, Alberto Fernández presenta a los usureros internacionales como víctimas de una estafa.
Las “medidas” anunciadas por Macri y saludadas por Fernández tildándolas de “tardías”, son un taparrabos para hacer pasar la caída histórica del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores: esa es la función de los “bonos” por única vez.
Llamamos a ganar la calle, a reclamar un paro activo de 36 horas y un Congreso de delegados de Bases de todos los sindicatos y centrales que discuta un programa de los trabajadores de salida a la crisis y el plan de lucha para imponerlo. Para luchar por esta salida, el sindicalismo clasista nucleado en el Plenario Sindical Combativo ganará la calle el jueves 22, en una acción unitaria de trabajadores ocupados y desocupados.