Con Juan Manuel Urtubey ausente, e inmerso en su campaña electoral por la vicepresidencia, el conflicto docente que ya casi culmina su segunda semana no sólo se encuentra agudizado, sino que empieza a tener ribetes extremos. Esta vez, denunciando la “soberbia” de la ministra de Educación, Analía Berruezo, que se retiró sin dar una respuesta a los docentes autoconvocados, los mismos decidieron “acuartelarse” en las oficinas de la calle San Luis, hasta tanto el Gobierno les presente una propuesta seria y contundente en torno a su reclamo.
Entre los pedidos se encuentra la reapertura de paritarias, la aplicación real de la cláusula gatillo, las titularizaciones anuales, el aumento en el pago de transporte, entre otras demandas.
El miércoles los docentes habían sido reprimidos en adyacencias del Grand Bourg, generando la solidaridad social y la tardía reacción gremial, que sin ninguna legitimidad pretendió recién ahora respaldar al sector mayoritario de la docencia en conflicto.
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