Después de que Macri decidiera invitar al entonces presidente del bloque del PJ en el Senado, los sueños de acompañar al menos con candidato propio a la fórmula de lo que se convertiría en Juntos por el Cambio se derrumbó estrepitosamente. Así, Miguel Pichetto copó la escena electoral en ese frente y dejó por primera vez en la historia, desde su conformación al centenario partido sin representación propia como candidato a presidente y vicepresidente.
En las últimas elecciones presidenciales, Margarita Stolbizer se postuló como cabeza de la alianza Progresista. Asimismo, la última fórmula 100% “correligionaria” fue en 2003.
Para hacer un poco de historia de las últimas elecciones presidenciales, en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) de 2015 Ernesto Sanz, actual presidente de la UCR, compitió con Lucas Llach de vice contra la fórmula de Mauricio Macri y Gabriela Michetti, y la de Elisa Carrió y Héctor Flores.
En 2011, los radicales habían llegado a las elecciones generales (las primeras con PASO) con una fórmula 100% propia encabezada por Ricardo Alfonsín y Javier González Fraga de vice, pero sin el nombre del partido a la vista: era la Unión para el Desarrollo Social.
Está vez, sin gravitar demasiado, el partido que otorgó toda la estructura partidaria a Cambiemos en el país ve decaer su protagonismo una vez más.
