Después de 2 días del anuncio de la Conmebol confirmando que la Superfinal de la Copa Libertadores se jugará en el estadio del Real Madrid, River rechazó la decisión.
El club rioplatense cuestionó la iniciativa de manera tajante en un comunicado.
El Millonario salió con los tapones de punta y volvió a responsabilizar a las autoridades de la ciudad por las fallas en el operativo de seguridad.
Pese a que la Confederación Sudamericana de Fútbol tiene la facultad de mudar la localía por ser la organizadora del torneo, desde la institución con sede en el barrio de Núñez consideraron que la medida “es injusta y que significa un daño económico y moral para el club y sus simpatizantes” .