Con esa frase, el polémico diputado nacional, Alfredo Olmedo, reafirmó su estrategia de odio a lo Jair Bolsonaro. Subido al estilo que el fascista brasilero impuso no dudó en repetir hasta el hartazgo frases como estas, y a querer emular al reciente electo presidente por Brasil.
La oportunidad esta vez se dió en un fuerte cruce con Anibal Ibarra en el canal A24, en el que Olmedo justificó el gatillo fácil y dijo que los policías deben tener la orden de disparar por la espalda a cualquier presunto delincuente. “Si no quiere que lo maten no salga a robar”, sentenció.
Pero lo más llamativo no es la frase del diputado, que con sus declaraciones avergüenza a muchos salteños, sino más bien las reacciones de convalidación de un discurso segregador y fundamentalmente contrario al respeto por los derechos humanos, y hasta contradictorio en su cruzada en defensa de las dos vidas, ya que no sólo no dice nada de las mujeres obligadas a maternar sino que además, levanta el estandarte de la pena de muerte de todo aquel que esté excluido socialmente.
Montado en su campaña hacia la presidencia nacional, con un fuerte operativo de prensa que lo tiene de manera permanente en los canales nacionales, cuyas entrevistas superan los 60 mil pesos de costo, Olmedo se convirtió en el político mediático del momento.
Lejos quedan por ahora las ansias de su coprovinciano y competidor por el sillón de Rivadavia, el gobernador Juan Manuel Urtubey, de saltar nuevamente a la escena nacional como lo hiciera con su relación con la actriz Isabel Macedo, su posterior casamiento y el nacimiento de Isabelita.