El trágico suceso ocurrió hace algunos días en Madrid, cuando una niña de un año y nueve meses permaneció encerrada en un auto por seis horas, lo que le produjo la muerte por asfixia y deshidratación.
La niña fue rescatada del vehículo cuando la madre advirtió que jamás había ingresado a la guardería. Hasta allí la pequeña había soportado más de 40 grados de temperatura en total encierro. Sus signos vitales eran mínimos al momento de ser rescatada.
El padre se habría distraído al recibir un llamado y prosiguió a tomar el subte para dirigirse a su trabajo, sin advertir que había abandonado en esas condiciones a la pequeña.
Por ahora, el hecho está caratulado como homicidio imprudente.